Cuando menos te lo esperas, sonries
Antes veía el cielo gris, no veía las estrellas, la Luna la veía muy pequeña y el Sol, no calentaba para mí. Todo era amargo, parecía como si todo el mundo estuviera contra mí y yo contra ellos, pero no sé ni cuando, ni como ni porque, hubo algo que hizo que se esfumara lo malo para que lo mejor entrara...
Es perfecto.
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